miércoles, 16 de octubre de 2013

Whatever Nro 13: FIDLAR

















El semillero de bandas de la costa oeste yanqui no deja de reproducir grupos infecciosos, con talante adictivo, de esos que la calaña de escuchas más febriles disfrutamos oír. Entre el punk, los excesos y el garage rock, encontramos a FIDLAR.

Es bien sabido que el skate punk transformó el sonido y la estética del punk americano convirtiéndolo en una de las subculturas que más vínculo tuvo con la autogestión dentro de la cultura rock. Si bien mundialmente no tuvo reproducción masiva, en EEUU el movimiento nunca dejó de progresar y los grupos vinculados al punk y las tablas siguieron emergiendo con frecuencia.

En continuo crecimiento en la nueva escena se encuentra FIDLAR, un cuarteto de jovencísimos músicos con espíritu delincuente y malos hábitos nacidos en Los Ángeles.
“I drink cheap beer, so what, fuck you!”, el estribillo de “Cheap beer”, canción que abre su álbum debut, marca los principios de un grupo de incorrectos sin límites para el disfrute cuya filosofía del nevermind juvenil se resume en  melodías punk con un fuerte acento garagero. Y es que estos pibes tocan rock de un modo más crudo, estrepitoso e intenso que sus contemporáneos. 

La adrenalina incendiaria escuchada en sus canciones recuerda a la del (lamentablemente) extinto Jay Reatard, que junto a The Black Lips y The Hives se convierten en los primeros puntos de relación con el grupo. Pero FIDLAR construye su propia imagen y sonido a base de un estilo de vida lumpen y revoltoso adorador de la cerveza, la marihuana y las juntas con sus amistades en busca de juerga, drogas baratas y rock sucio, que de influencia pasa a convertirse en una natural y particular forma de concebir su música, agregando un plus tóxico y peligroso a cada canción que interpretan. 
Para comprobarlo, siendo que por ahora no vamos a tener la suerte de verlos en vivo, están sus videos, EPs y ahora su disco debut FIDLAR en el que la banda comprime los destellos hormonales enérgicos de un grupo que confía en su potencial. Un vendaval de distorsiones descontroladas se deja sentir en cada canción del disco: “Whores”, “Blackout stout”, “Gimme something”, “No waves”, 14 detonantes viciados logran que FIDLAR plante bandera y espere haciendo alboroto que los demás vengan a acompañarlos en su revuelta rockera usando su anacronismo skater como grito de batalla: “fuck it, dog, life's a risk”.-

/ Por Lucas Lapalma.


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