jueves, 30 de diciembre de 2010

Whatever Nro 4


Ya no es noticia que Whatever sale cuando quiere, sino también como puede.
Lo importante es que circula por las calles la cuarta tirada del zine, edición diciembre/enero, con tapa ilustrada por Germán Lavini y notas jugosas firmadas por Sparröw Von Mackensen, Error, y Simon On

> Para conseguirlo (con total seguridad) en la ciudad de Santa Fe:
* Hunab Ku (San Martín 2047, local 2)
* Genesio Tattoo (Galería Colonial, frente a Megaforce)
* Metavisual (Hipólito Irigoyen 2985)
* AMR (Salvador del Carril 1512)
* Casandra Resto Pub (Rivadavia 3011)
* Haus (Lisandro de la Torre 2516)
* Harley (San Martín 2254, local 21)
* Spiderman (San Martin 2185, local 21)

Universidades, bares, cineclubes, otros locales del centro de la ciudad también lo tienen... busquelo, anímese a preguntar por él y si no lo tienen exiga su ejemplar.

> En la ciudad de Esperanza:
* La Viola Music (Sarmiento 1973)

> Próximamente en Rafaela y Paraná.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Whatever Nro 3: Los Todopantalla


Con la llegada del nuevo milenio, el Indie santafesino convertía una mala noticia en una buena: el grupo Celestito (primer abanderado del género) se disolvía dejando una llama encendida y pasando la posta a Los Todopantalla, un grupo de músicos inquietos provenientes de la escuela de arte Mantovani.
De sus primeros pasos a la actualidad la banda consolidó su sonido y se dedicó a pulir su impronta musical arty, dejándose llevar por sus instintos. Esto mismo hizo que la banda lograra una infinidad de recursos sonoros para sus canciones, con ojos puestos en el synth pop, la new wave, el post punk, el noise, la neopsicodelia, y el siempre presente Indie pop.
A esta altura nadie puede negar del talento que fueron adquiriendo con los años los Pantalla. Su estirpe imaginativa, insurrecta y una fuerte convicción musical lograron hacerlos alcanzar un nivel compositivo de alto vuelo, y posicionar su nombre entre los grandes grupos surgidos de la ciudad.
Si pensáramos en todas las bandas Internacionales que renovaron y reinventaron los estilos más marginales del rock y el pop del 2000 a esta parte, encontraríamos un tendal de grupos que bajo la bandera del “Indie” manifestaron los cambios más radicales y atractivos. Y no solo eso, el consumo de música Indie va en aumento año a año, pero lograr un cambio dentro del mercado y en los consumidores de música está a años luz.
Es bien sabido que son pocas las bandas del Indie nacional que logran tener alcance popular. También son pocas las que editan sus discos con sellos multinacionales. Lo “Indie” en Santa Fe representa a un sin número de bandas de diferentes géneros, pero de las que producen cambios esenciales y traspasan la línea de lo convencional hay pocas. Los Todopantalla se mantuvieron siempre en la búsqueda incesante de sonidos y melodías con espíritu vanguardista: por esta razón hay que seguirlos de cerca y animarse a viajar con ellos bajo el comando de sus canciones.

> Por  Lucas S. Lapalma


>> 5 discos que te pueden introducir al mundo Todopantalla de hoy:  
Low (David Bowie) / The name of this band is talking heads (Talking Heads) / White lights/ White heat (The Velvet Underground) / Embryonic (Flaming Lips) / Visite (Celestito)


miércoles, 1 de diciembre de 2010

Whatever Nro 3: Psychocandy (25 años)


The Jesus and Mary Chain - Psychocandy (1985)

Como la historia de muchos de los grupos que marcaron época, la de Jesus and Mary Chain comienza en Gran Bretaña.
Tras la salida de varios singles que ni siquiera sirvieron para que el público murmure sobre su existencia, los escoceses hicieron su debut discográfico en noviembre de 1985 con Psychocandy; un álbum que se diferenció bastante de los editados ese año – basta recordar que para esa época las bandas pop parecían estar más preocupadas por su maquillaje que por generar cambios de raíz en el rock.
Lo propuesto por JAMC era único, tanto así que marcó el sonido por venir en el Indie. A su vez, su estilo y su imagen fueron particulares: con esa actitud de todo me importa un carajo, cercana al hedonismo, con rasgos antisociales, de yonkies aburridos, lejos del narcisismo impuesto por el new romantic.
Pero hablemos de este disco que desde el comienzo con “Just like Honey (una bella y ociosa canción pop saturada de feedback guitarrero que Sofia Coppola se encargaría de redimir en su película Perdidos en Tokio), hasta “It´s so hard” su último tema, nos embebían con maravillosas canciones pop con un insesante fuzz de fondo, verdaderas mareas sonoras y ruido blanco.
Al frente de esta batidora sónica estaba William Reid, un desquiciado guitarrista que junto a su hermano Jim (cantante) se encargaron de la composición del total de las canciones. Completando el cuadro: Douglas Hart (bajo) y Bobbie Gillespie (batería), quien después de esta experiencia, inusual para el ya que no era baterista, formó Primal Scream – banda de la cual es cantante hace casi 25 años. Parte de la extravagancia en el sonido de Psychocandy provenía de la forma en que tocaba Gillespie: lo hacía parado, su set estaba armado solo por un redoblante y un tom de pie, carecía de técnica y por si fuera poco nombraba a Moe Tucker (Velvet Underground) como su influencia.
Hablando de influencias, la imaginería de los hermanos Reid le debía mucho a la Velvet: en “Cut dead” y “Some candy talking” la asociación es inmediata. Pero no todo era terciopelo: en “In a hole” e “Inside me” se acercan a The Stooges; “Taste of Cindy” y “Never understand” suenan a The Ramones; “The Hardest walk” remite a Beach Boys, pero claro, ninguna de estas canciones  suenan exactamente iguales a las de las bandas mencionadas: piensen en Phil Spector al mando de una banda punk tratando de sonar como The Shangri-las, el resultado… lo que logro JAMC con Psychocandy. Un disco que hay que escuchar y si es posible comprar.

> Por  Lucas S. Lapalma